Todo el mundo comete errores de vez en cuando, pero cuando es el día de tu boda, quieres que todo salga perfecto. Por eso te dejamos algunas de las cosas que no debes hacer en el día de la boda y que tal vez quieras compartir con tu nueva familia política.
Error #1: Llevar un vestido blanco o que llame más la atención que el de la novia.
Todo el mundo sabe que la novia (y el novio también) es el foco principal del día y aunque a la mayoría de las suegras, cuñadas y demás familia política no se les ocurriría eclipsar a la novia, algunas mujeres lo hacen. Y qué decir de vestir de blanco. Por respeto a la novia y al legado de la tradición, ve con otro color. Al no vestir de blanco, no acabarás siendo el tema de conversación entre otros invitados curiosos y, lo que es más importante, tu elección de vestuario no restará protagonismo a la novia, que merece ser honrada el día de su boda como la protagonista de blanco. Ante todo caso recuerda esto: Por muy “espectacular” que sea el vestido de tu suegra o de alguna otra invitada, jamás podrá eclipsar a una novia resplandeciente el día de su boda.
Error #2: Quejarse de la comida (o de cualquier cosa en la boda).
Esto va para todos los invitados pero en especial para los suegros. A menos que tus nuevos suegros paguen la cuenta, no les corresponde quejarse del proveedor que hayas elegido para el banquete. Alguien muy sabio una vez dijo, esto es una boda, no un restaurante; nadie quiere que des una crítica. ¿Y de qué crees que servirá? ¿Crees que si te quejas del pastel, la novia correrá a la tienda a traerte otro postre? Recuerden que la boda es de ustedes dos y todos los invitados están ahí para verlos felices y celebrar el amor y nada más.
Error #3: Empezar una pelea.
Algunas bodas unen a las familias, pero otras pueden ser un catalizador de más tensiones. Hagas lo que hagas, aborda el tema con tu pareja con antelación. ¿Algunos invitados no se llevan bien entre sí y en lugar de saludarse cortésmente o ignorarse mutuamente, entran en una fuerte discusión? Si esto es algo de lo que más te preocupa, lo mejor que puedes hacer es tomar acción antes de tener que llegar a esto. Puedes desde el inicio decidir no invitarlos, sabemos que es complicado muchas veces pero debes valorar las situación con cuidado. Si los tienes que invitar trata de sentarlos en lugares separados e involucrarlos lo menos posible en las ceremonias y la recepción. Y recuerda que si ya has hecho todo lo que está en tus manos para manejar la situación, y no funciona, su alegría, lo que realmente os importa y por qué están haciendo esto, no es una situación agradable, pero puedes aceptarla. Y aceptarla no significa que estés bien con ella, sólo significa que has elegido no luchar contra ella y centrar tu energía en ser feliz en tu gran día.
Error #4: Que tus suegra te pregunte por los nietos.
Tu suegra tal vez esté bromeando, ¿verdad? Preguntar eso el día de la boda suena una locura. Es genial saber que muere por ser abuela, pero quizá ustedes quieran tener un tiempo para disfrutar ser recién casados antes de ser padres. O tal vez no quieren hijos. Esas son decisiones muy pero muy personales. Pero si ustedes están ansiosos por ser padres y cuando tengan una buena noticia que compartir, asegúrense de que sea una de las primeras a quien llamar.
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